La inquietante experiencia de vida que comparte Martha Salavarrieta Mora en su libro Atrapada y en silencio, no es una descripción de una existencia bajo la violencia de género y las trágicas pérdidas. Es ejemplo de una inmensa resiliencia y una invitación a no renunciar en la búsqueda de la felicidad.
La violencia conyugal es un delito generalizado e indiscriminante y bajo esa violencia se mezclan el maltrato emocional, el físico, el abuso sexual y el abuso financiero, con el fin de mantener el poder y control sobre las víctimas